Redacción El Confidencial
El pasado miércoles día 23, nos sorprendió la noticia sobre la proclamación de Juan Guaidó, Presidente de la Asamblea Nacional Venezolana, como Presidente Interino del país. Esta proclamación parece que se ajusta a derecho, ya que la composición de la Asamblea fue fruto de una elección democrática por el pueblo venezolano, que fue anulada por Maduro creando una Asamblea Constituyente paralela dominada por los chavistas. Lo que hizo Guaidó, no fue un golpe de estado, fue un acto legítimo apoyado en tres artículos de la propia constitución bolivariana, principalmente el artículo 233 que prevé que la Asamblea puede sustituir a un presidente cuando este ha usurpado el poder. Por otra parte las ultimas elecciones convocadas por Maduro con la ausencia de la mayor parte de la oposición, se han considerado ilegales, no habiendo sido reconocidas por la comunidad internacional, por lo que el mandato del dictador bolivariano se puede declarar nulo.
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El pasado miércoles día 23, nos sorprendió la noticia sobre la proclamación de Juan Guaidó, Presidente de la Asamblea Nacional Venezolana, como Presidente Interino del país. Esta proclamación parece que se ajusta a derecho, ya que la composición de la Asamblea fue fruto de una elección democrática por el pueblo venezolano, que fue anulada por Maduro creando una Asamblea Constituyente paralela dominada por los chavistas. Lo que hizo Guaidó, no fue un golpe de estado, fue un acto legítimo apoyado en tres artículos de la propia constitución bolivariana, principalmente el artículo 233 que prevé que la Asamblea puede sustituir a un presidente cuando este ha usurpado el poder. Por otra parte las ultimas elecciones convocadas por Maduro con la ausencia de la mayor parte de la oposición, se han considerado ilegales, no habiendo sido reconocidas por la comunidad internacional, por lo que el mandato del dictador bolivariano se puede declarar nulo.