Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
El régimen despótico de los Obiang se viene abajo como un castillo de naipes. No hay continuidad posible en el reino de los despropósitos. Los amigos del padre no lo son del hijo y los amigos de la madre gozan de la misma simpatía. El régimen se hunde en su propio lodazal y todos son enemigos de todos. Cuando las aguas se calmen, lamentarán no habernos hecho caso cuando les brindamos la oportunidad de una transición sin traumas ni violencias.
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