Cincuenta años de dictadura -a punto de cumplirse- son demasiados para una sociedad, para un pueblo y para un país. Podemos pensar que la dictadura ha sido para nosotros una maldición o una condena que no nos mereceríamos, aun con ello, no deja de ser una realidad que ha inundado nuestras vidas, que nos ha marcado y hasta conformado nuestra forma de ser y pensar. También, es bien cierto, que somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de rechazarla, romper sus ataduras, y acabar con ella.
---------------- LEER MÁS -------------
↧